domingo, 1 de noviembre de 2009

Sesenta casas editoriales en Filuc 2009


Beatriz Rojas

Valencia, octubre 31 (REDACTA).- Un nutrido grupo de personas se dio cita este sábado en el Centro Comercial Metrópolis para asistir a la inauguración de la X Feria Internacional del Libro 2009, que organiza la Universidad de Carabobo. Hasta el próximo domingo 8 estará abierta al público esta feria, que se dispuso en 4 mil 200 metros cuadrados del nivel Estacionamiento, donde 60 casas editoriales y 20 distribuidores de libros pondrán a disposición del público su producción. Las autoridades universitarias, encabezadas por la rectora Jessy Divo, hicieron el recorrido inaugural acompañadas por el alcalde de San Diego, Vincenzo Scarano. La primera autoridad de la UC declaró que el libro definitivamente es la posibilidad, como lo dice Millá, de comprender el mundo, lo que conlleva a comprenderse a sí mismo. Expresó que la UC les ofrece a Valencia y al país entero la oportunidad del encuentro con los saberes, pero, sobre todo, de tener un espacio de esperanza frente a todo este tumulto y laberinto de incertidumbre que se palpa en el país. “En Venezuela estamos viviendo tanta intolerancia, y aquí hay la posibilidad de la pluralidad de las ideas, de un pensamiento crítico y reflexivo. Por eso yo creo en el esfuerzo que se ha hecho de presentar esta décima edición, en alianzas necesarias no sólo con empresas privadas, sino con organismos gubernamentales”. Vincenzo Scarano manifestó que la Alcaldía de San Diego se ha caracterizado por apoyar los grandes eventos, “y más en estos momentos, que nos hemos dedicado al rescate de la familia, de la cultura y de los valores”. Llamativo pregón A la profesora María Fernanda Palacios, de la UCV, le correspondió pronunciar el pregón de la feria, con el cual arrancó aplausos hasta del más distraído. “Estas ferias no estimulan el culto al libro, sino la cultura del libro. Creo que en especial contribuye a defender los rituales democráticos de nuestra cultura y a atenuar la influencia castradora y dogmática del sectarismo oficial y de la lectura como una práctica ideologizante”, dijo Palacios. -Nunca sabremos -prosiguió- por cuánto tiempo podremos sostener estas tradiciones; una sombra no sólo de intolerancia, sino de control sobre todas las actividades públicas, se cierne cada vez más en nuestro país. Por eso quisiera que este pregón terminara con el redoble de alerta y de esperanza que Ferig Gargury coloca al final de “Fahrenheit 451”, de Ray Bradbury. Palacios recordó que, en esa novela, el gobierno de aquel país combatía el desarrollo de los individuos porque su finalidad principal era la felicidad colectiva. “En aquel país preservaban la felicidad y para ello era importante prohibir leer libros, porque perturbaban esa felicidad, porque podían angustiar a los hombres”. La feria incluye un ciclo de foros, que se realizarán en los distintos salones que se dispusieron para ello y comenzarán este domingo, a partir de las 11 de la mañana.

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